lunes, 26 de diciembre de 2011

Un pedacito de Navidad

Vendo mi conciencia...
Remato mi dolor...
Cambio mi cansancio de apariencia...
y dejo reciclando el corazón...
Por eso vendo mi equipaje y abrazos de verdad...
Remato los recuerdos de una fecha y sin recibo de caducidad...GM

Y las campanadas del reloj de la sala... fueron adelantados por un reloj electrónico incorporado en un VHS que rondaba cerca al llegar las 12.00am del 25 de diciembre, y los abrazos con el que estaba más cerca empezaban a darse en simultaneo... sumergidos en la búsqueda de quién nos faltaba para no olvidarnos de abrazar a nadie... Y pues fue inevitable volver a sentir que faltaba alguien... una pequeña sombra de tristeza avizoró... y sentí que el golpe ahora era algo más fuerte... ahora eran 2 los abrazos que guardaré... pensé... y los recordé y los amé. Luego fui a contemplar al niño, al gordito como le decimos en casa a Jesús... y mientras lo miraba le pedía que me dé fortaleza... a cambio le entregaba a Cecilia... no sé si ese era un buen regalo pero soy yo todo lo que tengo para dar... No, esta vez no hice promesas, no lancé deseos escritos por la premura de llenar la noche de palabras entusiastas y pasar así el momento, solo pensé: ¿Y ahora cuáles son tus planes?... Por un momento sentí que una nostalgia se
apoderaría de mí pero no se pudo instalar... solo pasó... como pasó la noche en un clima bueno pero extraño... :/ no es igual... nunca será igual... La navidad llega y el niño Jesús nace... eso nadie lo va a cambiar el nacimiento de alguien trae emoción y felicidad... eso nunca pasará
nuestro Dios ha nacido... y me siento feliz de recibirlo en este momento de fragilidad, de debilidad y de tristeza... perdón Señor pero así como me siento, te recibo con el único Amor que tú me has brindado... con mis limitaciones que sabes que son grandes, con mis debilidades que son aún mayor, con mis lágrimas, con todo lo que he intentado hacer y con lo que no he hecho... con mi carácter, con las veces que no he podido más, con todas las preguntas que este año te formulé, con todos los reclamos y altanerías que propicie, porque no fui capaz de ver lo que tú querías que viera, porque no me esforcé como hubiera podido, porque no he hecho absolutamente nada bueno... nada... salvo volver a tu encuentro... salvo enredarme en tus brazos... salvo decirte lo siento...